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CreArt ha seleccionado las dos propuestas que formarán parte de la primera Exposición Dual del proyecto, “¿Fronteras?”: la instalación “Horizontes transitables” de la artista alemana,  Bettina Geisselmann, y el vídeo “Where is home” de la croata Ana Kovačić. La Exposición Dual está comisariada por la comisaria Naiara Valdano, y se presentará el próximo 7 de marzo en la Sala 0 del Museo Patio Herreriano.  “¿Fronteras?” pretende hacer una reflexión sobre el concepto de frontera, sobre todo en esta Europa actual: ¿Qué es una frontera para ellos en este continente? ¿Cómo tratarlas? ¿Qué tipos de fronteras son las más peligrosas? ¿Cómo afectan estas a los individuos y a su forma de relacionarse con el mundo? ¿Cómo se enfrentan a estas los ciudadanos de primera clase y los de segunda? ¿Cómo vivir en un continente cada vez más abierto y, al mismo tiempo, más cerrado?

CreArt se hará cargo de los gastos de producción de las obras de los artistas seleccionados; los gastos de montaje, transporte y seguro de las obras; los costes de difusión y publicidad de la exposición, incluyendo un catálogo; los gastos de viaje, alojamiento y manutención para el artista de la red CreArt seleccionado, con motivo del montaje e inauguración de la exposición. Además los dos artistas seleccionados recibirán 500 € netos en concepto de honorarios.

 

 

BETTINA GEISSELMANN (Goppingen, 1966)

Geisselmann estudió Económicas en Augsburgo y realizó el Postgrado en Grabado y Fotografía en el Instituto Superior de Arte de La Habana (Cuba). Su formación en las técnicas del vidrio las siguió en el Centro Regional de Artesanía de Castilla y León (CEARCAL) y trabaja en su taller del Centro Provincial de Artesanía de Valladolid (ARTIS) en Portillo (Valladolid).

Su trabajo artístico se sitúa en el postconceptualismo matérico, una manera de representar el mundo de modo subjetivo En sus creaciones, interactúan, desde la idea inicial hasta el final del proceso creativo, el concepto y la materia, fundamentales al ejecutar una obra. Después de casi veinte años dedicada al mundo del arte, ha participado en la Bienal de La Habana, PHOTOEspaña, Estampa, ArtMadrid y FotoNoviembre. En el último año, la creadora alemana ha expuesto en vidrio “Mil caras de Dulcinea siglo XXI” en Matadero (Madrid) y “Néxodos: Creación contemporánea y medio rural” en San Román de Candamo (Asturias).

La instalación “Horizontes transitables” plantea una reflexión sobre el concepto de frontera en el espacio de la Unión Europea. Las fronteras tanto interiores como exteriores. Las vigentes y las latentes. Las administrativas y las culturales. Las objetivas y las subjetivas. Una estancia conformada por piezas de vidrio, que permite transitar desde la memoria a los anhelos de futuro, y que nos interroga al mismo tiempo, en un juego de transparencias, sobre sus límites y su permeabilidad, como reflejo de nosotros mismos.

En este trabajo, la idea de la frontera se materializa en líneas que flotan y abrazan diferentes partes de territorio. El espectador puede introducirse y transitar en un espacio por el cual se despliega una serie de vidrios suspendidos del techo, que representan diferentes fronteras que se han creado y han cambiado en los mapas de los países de la actual Unión Europea a lo largo de la historia.

 

ANA KOVAČIĆ (1986, Zagreb)

En 2010 finaliza sus estudios en Escultura de la Academia de Bellas Artes de Zagreb, Croacia, y en 2013 realiza un Máster en el Departamento de Cine de Animación y Nuevos Medios de la Academia de Bellas Artes de Zagreb, Croacia. Desde 2013 es miembro de la Asociación Croata de Artistas (HDLU). Ha completado sus estudios en estancias en la Akademie Schloss Solitude de Stuttgart (Alemania), London Metropolitan University, University of Ulster de Belfast (Reino Unido), y en Indiana University of Pennsylvania (USA)

En su trabajo, explora el vínculo entre la memoria personal y social y la manera en que este recuerdo está inscrito en nuestros cuerpos y en los espacios en los que vivimos. Para ella, el cuerpo comparte algunas características con el espacio; ambos fueron testigos de vidas, emociones, confusión juegos de identidades y relaciones; ambos tienen marcas acumuladas por el tiempo. Percibe el espacio como un monumento viviente en el que se inscriben continuamente nuevos significados.

Where is home es un video basado en entrevistas con personas croatas que viven en Stuttgart. Baden -Württemberg es un estado con la comunidad croata más grande de Alemania. La mayoría de la gente vino por razones económicas, algunos por razones políticas, desde 1960 hasta la actualidad.  Tanto si los interlocutores fueron los que se mudaron a vivir a Alemania, o los que nacieron aquí, la conversación toca temas de pertenencia, identificación, inseguridad, memoria de los cuerpos y los espacios

 

NAIARA VALDANO

Naiara Valdano estudió la licenciatura de Historia del Arte en la Universidad Complutense (Madrid) y, más tarde, un Master en Negocio del Arte en Sotheby´s Institute of Art (Londres). Ha desarrollado su carrera tanto en el sector de la gestión cultural como en el mundo de la comunicación, colaborando con instituciones tales como The Cynthia Corbett Gallery (Reino Unido), la Fundación Mapfre (España), el Solomon R. Guggenheim Museum (Nueva York) o la Oficina para Asuntos Culturales y Científicos en la Embajada de España en Londres (Reino Unido). 

Desde 2011 es responsable de ART GOSSIPS, un blog dedicado al arte y la cultura. Gracias a este espacio virtual, ha participado en proyectos como: la primera edición de la Exposición Expandida, la primera edición del proyecto editorial ARCO Bloggers, Mujeres Mirando Mujeres o #LABlog (blog de LABoral Centro de Arte y Creación Industrial, Gijón).

Actualmente, continúa su labor como bloguera, además de trabajar como redactora para varias publicaciones, comisaria y gestora cultural. Acaba de presentar su último proyecto, Las Hilanderas, en el que difunde la labor de artistas que trabajan con hilo y aguja. 

 

 

¿FRONTERAS?

Según explica Naiara Valdano “Si uno busca en los libros de historia algunos capítulos recientes, Europa parece haber sido un ejemplo de la búsqueda de la unión y el fin de las fronteras. No hay más que mencionar algunos hechos tales como la caída del muro de Berlín en 1989, la desaparición de la URSS en 1991 o la entrada en vigor del Tratado de Maastrich y la creación de la Unión Europea en 1993. A finales del siglo XX el continente quería, o eso parecía, ahondar en la globalización. El político y estadista alemán Helmut Kohl ya dijo unas palabras que quedaron en la memoria: “esta Europa no puede ser una fortaleza que nos blinde de los demás, debe ser una Europa abierta.”

Hoy parece que esos fueron los gérmenes de un mundo más cercano y accesible. Es evidente como el desarrollo de la globalización, la transformación digital y la aparición de nuevas tecnologías han ayudado también a destruir (o al menos difuminar) muchas fronteras tanto geográficas como mentales: tenemos más posibilidades de conocer culturas diversas a la nuestra, más opciones para hablar con amigos y familiares geográficamente distantes, o más acceso a la información y a los conocimientos generados a miles de kilómetros de distancia. También han aparecido más oportunidades para vender o comprar productos en tierras remotas, más alternativas para trabajar a nivel internacional o más opciones de viajar de forma rápida de un lugar a otro. Para los más optimistas la tierra se ha convertido prácticamente en una aldea global en el que todo está a tan sólo un clic de distancia o a pocas horas en avión.

Pero no nos dejemos engañar. No todo es de color de rosa. Este momento en el que vivimos, tan abierto a simple vista, tiene doble cara: a pesar de todas las ventajas que nos ofrece lo global y lo digital, parecen existir cada vez más obstáculos, límites y divisiones de distintos tipos que no nos dejan entendernos. Nada más hay que abrir los periódicos para darse cuenta de que “el mundo ha vuelto al ayer”, tal como escribió el periodista Alexis Rodríguez Rata: en los últimos años han surgido numerosas noticias relacionadas con movimientos nacionalistas, líderes xenófobos, nuevos muros construidos entre países, rechazo de inmigrantes y refugiados o aumento de los presupuestos relacionados con seguridad fronteriza. Hay cada vez

más diferencias entre pobres y ricos (creándose fronteras económicas y sociales); más diferencias religiosas e ideológicas (creándose fronteras mentales) o más problemas para entrar a ciertos países (aumentando las fronteras geográficas).

Tal como aseguró hace un tiempo Ferran Montesa (consejero director general de 'Le Monde Diplomatique' en español), “hoy seguimos hablando de esa aldea global, pero lo cierto es que hay más fronteras que nunca. En pleno siglo XXI, se construyen más muros de contención de los que jamás habían existido.” Todo demuestra que vivimos en una continua batalla de opuestos: lo global versus lo local, internacionalización versus nacionalismos, integración versus rechazo, unión versus fragmentación, apertura versus cierre”.

 

 

 

 

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