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Hoy finaliza la primera edición de la Residencia #ArtistasCreArtenCasa para apoyar con recursos económicos a creadores locales durante el mes de confinamiento, desarrollando un proyecto creativo que se ha podido seguir diariamente a través de las redes sociales. En esta primera convocatoria CreArt Valladolid y la FMC seleccionaron las propuestas de la directora creativa y diseñadora gráfica Laura Asensio (Valladolid, 1982) y del ilustrador y dibujante Jorge Consuegra (Valladolid, 1976), dos proyectos que desde perspectivas y técnicas diferentes reflejan las inquietudes e incertidumbres que circundan la situación actual. 

Con "Sentires bordados", Laura Asensio (Valladolid, 1982) nos ha mostrado cada día a través del bordado y el lettering como herramientas de creación y comunicación, diferentes mensajes desde lo emocional e íntimo a lo político y público, en relación con la crisis social, económica y sanitaria que vivimos actualmente. En este proyecto Laura defiende el bordado como forma de activismo. Una técnica que siempre se ha desarrollado en la intimidad del hogar, un método de evasión para desarrollar la creatividad y tener un espacio para una misma. Laura convierte el bordado, a través de sus diseños de letras y los mensajes que les acompañan, de mera técnica femenina a una herramienta feminista en la que reflexiona sobre la generosidad, la situación de vulnerabilidad de algunas personas, los altibajos emocionales o la supresión de libertades durante el confinamiento.
  

“¿Quién vive ahí?” de Jorge Consuegra (Valladolid 1976) es una serie de dibujos que retratan a las personas y las escenas que se pueden encontrar en la calle, la vista desde la ventana, la mirada al vecino de otro edificio, de la vía vacía….También las escenas que se producen en el interior, las cosas y las personas con las que te relacionas presencial o virtualmente, la visión de los medios, los momentos que pasamos, que gastamos y que malgastamos. El antecedente del proyecto es la iniciativa #dibujaatuvecino de Alberto Sobrino, para retar a otros dibujantes y artistas en redes. Se utiliza el dibujo como una salida expresiva y surge una nueva necesidad de poner atención en cosas que antes nos eran invisibles: los vecinos, transeúntes, la arquitectura del barrio...como mero registrador de la realidad o con un sentimiento de espía o voyeur imaginando la continuación o tergiversación de esas situaciones. Desde un encierro la mirada se vuelve hacia afuera, hacia lo que esta fuera del alcance, la luz, la ventana, el exterior, la calle, las personas que la cruzan en este “ambiente hostil”, las historias que tienen cada una y como el dibujo sirve para mostrarlas, sugerirlas, o directamente recrearlas. Las ventanas no son solo el agujero de la pared que nos enseña nuestro entorno cercano, también son los rectángulos de luz que usamos para comunicarnos e informarnos.

 
JORGE CONSUEGRA / ¿QUIÉN ESTÁ AHÍ?

Mi proyecto para la residencia #ArtistasCreArtEnCasa se titula ¿Quién está ahí?
Un confinamiento prolongado, como éste de la crisis del covid-19 hace que cosas que nos podían pasar desapercibidas cobren cierta importancia, como lo que puede ocurrir en el exterior y se puede observar desde las ventanas sean reales o virtuales, siendo el exterior la calle o a conversación online con nuestros amigos. En este proyecto he pretendido hacer un conjunto de dibujos sobre todo esto, lo que se puede ver desde el balcón, las vidas de los vecinos en sus ventanas, los transeúntes por las calles, personas esperando una cola para poder comprar víveres, calles solitarias, los amigos con los que hablas…, y en algún momento, no solo hacer de registrador, si no de imaginador de vidas propias y de otros.

Tengo la suerte de que la vivienda donde resido ahora hace esquina a dos calles (barrio de Delicias en las inmediaciones de la plaza del Carmen) y puedo observar dos calles en ambas direcciones, con lo que salir al balcón me convierte en un observador privilegiado. De las salidas que he ido haciendo por el balcón o las ventanas, he ido registrando algunas escenas con la cámara del teléfono móvil, acumulando una serie de imágenes que me han servido como modelo o inspiración. En algunos dibujos he pretendido mostrar una escena que mas o menos se ajustara y en otros he añadido algún elemento, o he intentado recontextualizar la imagen, y además, añadir un sello estilístico propio. No hay una búsqueda de belleza, si no de una posible narración, más cerca de la ilustración que del arte, a veces buscando un punto de melancolía y a veces tirando de humor. Se busca que el espectador se pueda identificar o reflexionar con las imágenes.

Dispongo a mi discreción de las fotografías, dependiendo de la apetencia, o de la oportunidad, dando preferencia a algo especial o retrasando algunas ideas que ya tenía. El proceso de trabajo se puede hacer enrevesado a veces: mandar las fotos por correo para poder usarlas de modelo en la pantalla del ordenador; dibujar a mano (tinta, acuarelas o rotuladores acrílicos), fotografiar los dibujos y volver a mandarlos por correo (por no disponer de escáner), para poder editarlos y/o añadir coloreado digital y después colgarlos en las redes. En total habrán surgido cerca de 30 dibujos, más otro puñado anterior con el mismo tema que realicé antes de la residencia.

Sí que tengo pensado continuar algo más el proyecto. Tengo algunas ideas que se han quedado en el tintero o que se han planteado en algún dibujo y que me gustaría desarrollar en alguno nuevo, y tirar más de fantasía que de realidad. Además, hay modelos que me siguen pareciendo suficientemente atractivos. A partir de aquí consideraré posibilidades sobre estos dibujos, ver si tienen algo más de recorrido; publicarlos, exponerlos…

Un trabajo como éste permite estar centrado en un proyecto, aprovechar tiempo en algo productivo, en algo que enseñar. Es gratificante que las personas reconozcan tu trabajo o que lo comenten. El dibujo es un excelente método para trasladar ideas, eficaz, directo. También, el hecho de registrar estas ideas, me permite reflexionar sobre ellas, o sobre las situación que vivimos desde un prisma personal y directo, sin otros filtros, y ver que un público puede acercarse a uno a través de la obra. Trabajar sobre algo hace que la percepción de esa idea no pase de largo, si no que quede en la memoria más tiempo. Eso espero para mí y para los demás.

La evolución del proyecto se ha podido y se puede ver en las RRSS: 
@jorge.consuegra.h en FB, 
@consuegra.jorge en IG
En http://artecontrajorge.blogspot.com/2020/04/quien-esta-ahi-artistas-creart-en-casa.html se puede ver compilado el proyecto, con las imágenes, algunos bocetos, procesos, el texto del proyecto, algunas anotaciones a las imágenes, documentación…

Vídeo resumen: https://www.youtube.com/watch?v=C0DYQFWAXJ4&feature=youtu.be&fbclid=IwAR1-2bBccsFg5ScD2Zedejv3EzjVRrnOYqurunvughgI36MdujCUX4w6EJU

SENTIRES BORDADOS / LAURA ASENSIO

El día 31 de confinamiento empezamos la residencia #ArtistasCreArtenCasa y empecé a contar los días de tres maneras diferentes: el día del aislamiento, el día de la residencia y el día del mes, aunque realmente en esta situación en muchas ocasiones no sabía en qué día vivía.

Elegí el bordado porque es una técnica que siempre se ha desarrollado en la intimidad del hogar, como actividad de resistencia y, en mi caso, de reivindicación. Una tarea que fue reinterpretada por las sufragistas al bordar sus lemas en banderas, convirtiendo una técnica femenina en feminista. Los bordados creados en lo doméstico de pronto irrumpieron en lo público, afianzando el concepto de que lo personal es político. Por eso, decidí usar está técnica a pesar de que apenas sabía bordar. La idea de embarcarme en un nuevo proceso de aprendizaje también me motivaba, aunque ha sido una labor ardua y lenta que me ha llevado más trabajo del esperado. 

Mi propósito era llevar esta técnica a mi terreno, creando diferentes diseños de letras y composiciones tipográficas, jugando con los colores y retales que tenía a mi alcance. Aunque la puntada es muy diferente al trazo de un lápiz o al pixel, por lo que a veces el hilo me ha causado malas jugadas.

La parte que más he disfrutado ha sido la de pensar el concepto que quería compartir. Para esto, me he inspirado en conversaciones que escuchaba en la tienda, lecturas virtuales o la escucha de algún podcast y, evidentemente, mis preocupaciones y sentires en esa situación tan compleja. He reflexionado sobre la generosidad, la situación de las personas más vulnerables, sobre los altibajos emocionales o la supresión de determinadas libertades. También en cómo la crisis es la normalidad de mi generación y posteriores, sobre las ganas de una fiesta que (por el momento) está muy lejos de ser real e, incluso, sobre la muerte.

Ha sido muy gratificante compartir con otros estos sentimientos y ver que mis preocupaciones son las de muchos. La acogida en las redes ha sido muy buena y me ha hecho sentir un poco más acompañada que, en esta situación, lo he agradecido mucho. Algunas de mis seguidoras han mostrado interés por la compra de los bordados y me han dado la idea de ponerlos en mi tienda online www.lauraasensio.com. 

Por el momento, voy a estar unos días sin bordar para comprobar que mi cuello puede volver a su forma original, aunque seguro que vuelvo a utilizar esta técnica.

Se puede ver toda la evolución del proyecto en mi web.
https://www.lauraasensio.com/sentires-bordados/